Yo, minoría absoluta

 MI PRESENTACIÓN - Carlos García Mezcua

Me llamo Carlos García Mezcua, aunque mis amigos de toda la vida me conocen como Litos o Mezcua. Tengo 20 años y vivo en Collado Villalba, capital de la sierra de la Comunidad de Madrid. En esta entrada del blog, voy a hablar acerca de mis pasiones y aficiones, pero también de mis expectativas con respecto a la asignatura, la carrera y mi futuro profesional.

Entre mis hobbies principales, destaco primero la música. Considero que todo lo que hago está relacionado con ella. Llevo tocando el violín desde que tengo uso de razón y, gracias a una amplia tradición de músicos en mi familia, he podido aprender a tocar una gran variedad de instrumentos; entre ellos: el piano, la guitarra, la batería, la flauta o la kalimba. Además, como casi todo el que me conoce sabe, soy beatboxer profesional (de esta gente rara que hace sonidos raros con la boca). Lo de profesional lo aclaro porque lo practico a nivel competitivo y he quedado varios años consecutivos dentro del top 8 de la Comunidad de Madrid. Últimamente, también estoy tomando clases de canto, ya que, a pesar de haber estado durante toda mi vida en el coro municipal de mi pueblo, me gustaría seguir mejorando en esta faceta y aprender a hacer técnicas guturales. En relación a esto, me gusta mucho el heavy metal, que es una cosa que muy poca gente asociaría con mi persona. Pero bueno, en general suelo decir que me gusta la música que despierte algo dentro de mí, lo cual abarca desde el heavy metal (como ya he dicho) hasta la música clásica, pasando por Extremoduro, Radiohead, Rocío Jurado o Carolina Durante.

En segundo lugar y lo que probablemente destacaría todo el mundo que me conoce de mí, sería mi obsesión por el cine. Durante la cuarentena del 2020, descubrí un mundo del que espero no salir nunca porque me produce una satisfacción que soy incapaz de explicar. Mis padres siempre han sido grandes cinéfilos y han intentado meterme en el mundillo desde que era bien pequeño. Sin embargo, no fue hasta esta época cuando empecé a descubrir las posibilidades del séptimo arte y me vi completamente sobrecogido ante la magnitud de películas como Mulholland Drive o Apocalipsis Now y la sutileza de otras como Cinema Paradiso o la trilogía de Antes del Amanecer. 

Con el mismo nivel de importancia en mi vida, situaría el deporte. Siempre he sido un gran apasionado por el baloncesto, aunque cuando era pequeño los deportes que más practicaba eran el fútbol, el atletismo y la natación. Nunca he practicado ninguno a nivel competitivo, por lo menos hasta ahora que estoy en el equipo de baloncesto de la Facultad de Educación. Además, me gusta llevar a cabo una rutina diaria de ejercicio físico de peso para mantener una buena forma física. Me gustaría decir que es por salud, pero es por estética más que otra cosa, a pesar de que cualquier forma de ejercicio termine repercutiendo positivamente en mi salud mental.

De igual manera, volviendo un poco al cine, disfruto prácticamente cualquier expresión de arte, desde la pintura, la escultura y la arquitectura hasta la poesía, el ensayo o el teatro. Es una faceta en la que sigo intentando trabajar porque no es un misterio que los jóvenes tenemos el cerebro frito debido a la gran cantidad de estímulos que recibimos a lo largo del día. En definitiva, diría que lo que me gusta es aprender de todo aquello que me rodea, tanto física como abstractamente.

Quizás por eso terminé en esta carrera, porque siempre ha sido mi pasión: aprender y hacer a otros aprender. No hay nada que disfrute más que cuando un amigo, al que hace tiempo que no veo, me dice “todavía me acuerdo de cuál era el país que tiene más ovejas de todo el mundo porque me lo dijiste una vez y aún no se me ha olvidado”. Me da rabia porque siempre he sabido que este era mi destino y decidí escoger otra carrera, perdiendo así dos años de mi vida profesional, aunque ganando un montón de personas y experiencias maravillosas. Para quien aún no lo sepa, hice dos años de Relaciones Internacionales y Sociología en el campus de Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid y, a pesar de todo, considero que me dio una visión de la vida mucho más amplia y con los pies en la tierra, la cual podré aplicar seguro en mi futuro desempeño como docente, orientador o similares.

En cierta medida, me da un poco de miedo que esta asignatura sea muy teórica o, por así decirlo, burocrática, en el sentido de que estudiemos cosas difícilmente aplicables pragmáticamente o demasiado abstractas, que era lo que me pasaba con la carrera de Relaciones Internacionales. De todos modos, estoy muy contento con los profesores que tenemos, tanto en esta asignatura como en el resto, y espero poder aprender lo máximo posible de todos y cada uno de nuestros maestros.

Por lo pronto, no sé qué me depara en el futuro. No sé si terminaré siendo profesor u orientador, ni en cuál de las dos ramas me terminaré especializando, pero lo que tengo claro es que me voy a dedicar a enseñar, ya sea contenidos, valores o cualquier otra lección de vida. Por lo tanto, aunque esté perdido y con mi edad sienta que llego tarde a todo, sé que por lo menos estoy en el camino correcto.

Ah y tengo un hermano que tiene 4 años menos que yo y mide dos metros, así como dato aleatorio que a la gente le suele sorprender. 

Eso es todo por hoy, Facubloggers.

¡A seguir bloggeando!


Comentarios

  1. Que interesante Carlos, y cuántas conexiones (música, deporte...)!!!

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